Tomates secos x 500 Grs
Tomates maduros secados al sol.
El lento proceso de secado hace que los tomates mermen perdiendo su humedad interior, pudiendo llegar a perder casi el noventa por ciento de su peso inicial. La disminución de volumen hace que el sabor del tomate se intensifique elaborándose de esta forma un condimento o guarnición ideal para acompañar platos de carne o ensaladas. Los tomates secos al sol son muy populares en ciertas dietas mediterráneas.
Centrándonos en el “licopeno”, cantidad de investigaciones realizadas en todo el mundo han mostrado resultados sorprendentes en relación al consumo de tomates y sus licopenos en la prevención de varios desórdenes como ciertos tipos de cáncer, enfermedades cardiovasculares y otras.
Estas sustancias se encuentra en el tomate fresco y en todos sus derivados: jugos, salsas y conservas. Del grupo de los carotenoides es el más abundante en la sangre, se almacena en hígado, pulmones, próstata, cuello uterino, colon y piel.
Su principal función es ser antioxidante, es decir, evita por ejemplo que el colesterol “malo” o LDL se oxide y produzca daños (lo que se denomina “estrés oxidativo”), el mecanismo de acción consiste en actuar sobre los radicales libres.
Los tomates secados al sol sirven como una excelente fuente de minerales, en especial potasio y magnesio. El potasio ayuda a los nervios a comunicarse y regula el equilibrio de los electrolitos, mientras que el magnesio mantiene el tejido óseo sano y ayuda en la producción de energía.
Para utilizarlos, se pueden usar tal cual vienen en la bolsa o hidratarlos. Para hidratar los tomates secos se ponen al fuego con agua caliente durante 5 minutos, sin dejar que hierva. Se apaga el fuego y se dejan reposar otros 5 minutos, se escurre el agua y se deja que enfríen. Una vez hidratados se guardan en la heladera. Hay que usarlos en 2 o 3 días, así que es mejor hidratar solo los que vayamos a necesitar.
El sabor concentrado de los tomates secados al sol los hace una adición que es bienvenida para sandwiches. Añade directamente a tus sándwiches o mézclalos con queso parmesano y un toque de aceite de oliva para hacer extender el sabor del tomate secado al sol.